Con poco más de un año de retraso nos llega Paris, je t'aime, producción franco-alemana de Claudie Ossard y Emmanuel Benbihy. Llevando a la pantalla grande el tema más retratado y universal de París - y del cine - el amor, la pareja de productores no ha tenido mayor problema en juntar a reconocidos directores (21 en total) para plasmar en el formato de los 24 cuadros, 18 historias de amor que conviven bajo el cielo estrellado de la ciudad luz.
Sin duda un ejercicio de moda - ya se había hecho este ejercicio para retratar el atentado del 11 de setiembre además de la producción documental de Bardém - que es un respiro no solo para los actores y directores sino también para ese espectador que busca nuevas referencias y nuevos estilos cinematográficos.
He disfrutado del film, olvidándome de la tensión del juicio previo, olvidando los comentarios, las referencias y críticas que ya había leído y escuchado en la blogósfera o de conversaciones con los amigos; y he visto una frescura en cada tema, en cada trabajo he visto plasmada sin duda la personalidad del director y la solvencia y destreza de los actores; sin duda hay historias que agradan más que otras, y eso - debo suponer - al común denominador con la experiencia o evocación de cada espectador.
De este denominador común me han fascinado las historias de: Isabel Coixet, titulada Bastille, acerca de un matrimonio que renace y se re-enamora a partir de la enfermedad. Otra de las historias que sin duda me tocaron fue Tour Eiffel, sobre la historia de amor de una pareja de mimos, dirigida por Sylvain Chomet, director francés de la animación Las Trillizas de Belleville. La obra del sudafricano Oliver Schmitz, acerca de una pareja negra que se reconoce en un accidente a partir de una canción; la historia de Catalina Sandino como una madre soltera en la labor de empleada del hogar, contaba de manera muy pausada pero directa por Walter Salles; y finalmente la intervención de Natalie Portman - por ser ella - y por su historia de amor con un invidente que la complementa y ayuda en su camino a la fama.
Un poco más de las joyitas de este film:
Le marais de Gus Van Sant
Quias de seine de Paul Mayeda Berges
Tuileries de los hermanos Coen.
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